jueves, 15 de marzo de 2012

La Jaula de hierro de Tamerlán

'La jaula de hierro de Tamerlán' es uno de los problemas más curiosos que se han compuesto en la historia del ajedrez. Causó furor en el Siglo XIX, aunque hoy en día no se le da tanto valor ya que en las composiciones se toman en cuenta aspectos distintos. La idea que subyace de este problema, lograr que el rey quede encerrado por sus propios peones, ha sido utilizada por multitud de compositores que han creado nuevas versiones distintas, en algunos casos muy curiosas.


La historia real: Tamerlán vence al Sultán Bayaceto I

La elección de Tamerlán para 'ambientar' este problema no creo que fuese una casualidad. Tamerlán fue un gran apasionado del ajedrez, juego que practicaba a diario y en el que llegó a crear sus propias reglas, más complicadas que las del ajedrez normal .
El otro invitado de honor de esta historia fue el Sultán Bayaceto, soberano del Imperio Otomano (que se extendía desde Turquía a los Balcanes). Bayaceto, al igual que Tamerlán, fue un gran conquistador, un guerrero decidido que encabezaba las cargas de su ejército y que hasta ese día no había conocido el sabor de la derrota.


Sultán Bayaceto I

Las hostilidades entre ambos soberanos comenzaron cuando las tropas de Bayaceto I invadieron varios territorios del imperio forjado por el mítico Tamerlán, lo que sólo podía conducir a una cosa: la guerra. Ambos ejércitos se encontraron una mañana de Julio de 1402 en los campos de Ankara y estuvieron combatiendo hasta el anochecer. Durante la batalla las tropas de Tamerlán maniobraron de una forma sorprendente e imaginativa, agotando físicamente al enemigo. A pesar de pelear con fiereza, los otomanos terminaron claudicando y su caudillo fue hecho prisionero tras estar al frente de su guardia de jenízaros durante toda la batalla. El sultán Bayaceto fue encarcelado dentro de una jaula de hierro en la cual fue trasladado. Durante un año estuvo cautivo en los dominios de Tamerlán, hasta que fue ejecutado (también se baraja la posibilidad de un suicidio).

La historia dentro de un tablero de ajedrez

La autoría del problema 'La jaula de hierro de Tamerlán' no está clara. Para el investigador Zolio R. Caputto la idea original fue de Carl Von Jaenisch, jugador muy recordado por sus aportaciones a la teoría de aperturas (sobre todo en los gambitos) y por sus espectaculares partidas ante Ilya Shumov (ambos eran los jugadores más fuertes de Rusia en la primera mitad del Siglo XIX). Caputto no lo asegura de forma definitiva, sino que deja lugar a la duda. Tras un amplio rastreo he encontrado el problema de Von Jaenisch en dos publicaciones y data del año 1849. SIn embargo existe otra versión del francés Lionel Kieseritzky del año 1842, lo que nos hace pensar que el coprotagonista de 'La inmortal' fue el creador de este problema.

Caputto data el estudio de Von Jaenisch en 1837, pero en aquella época éste servía en el ejército y no fue hasta 1840 cuando se decidió a volcarse en sus investigaciones ajedrecísticas. Esto parece indicar que esa fecha no sea muy exacta, aunque nada se puede asegurar con rotundidad. Veamos primero el problema que compuso Kieseritzky, jugador de gran talento e imaginación, que firmó brillantes partidas pero es tristemente recordado por su derrota ante Anderssen.

Problema de Lionel Kiesetitzky (1842)

Blancas juegan y dan mate en 11 (encerrando al rey negro entre sus peones)


Muchos aspectos llaman la atención de este problema, pero lo que más sorprende es lo que se asemeja a lo ocurrido en la batalla real. Las blancas, al igual que las tropas de Tamerlán, comienzan una serie de sorprendentes movimientos que decantarán la lucha a su favor. También llama la atención que el rey negro se encuentra en el centro del tablero, tal y como Bayaceto se encontraba al frente de sus tropas, riesgo que le valió ser capturado (y al rey negro ser encerrado en la jaula).

La posición final te deja estupefacto la primera vez que la ves. El rey negro se encuentra enjaulado y es ajusticiado por la única pieza que puede hacerlo: el caballo. Parece imposible que el barullo de piezas de la posición inicial se transforme en algo tan equilibrado como esto:


Posición final. El sultán encerrado en la jaula


Este problema no se puede mirar dentro del prisma de la lógica. La posición inicial es ilegal, ya que la colocación de los peones negros indica que han realizado más capturas que el número de piezas que le faltan a las blancas. También existen una docena de transposiciones y, además, se puede dar mate en una jugada de distintas formas, y con el paso de las jugadas se puede dar mate de forma anticipada. Sin embargo todo queda eclipsado por la magia que envuelve a este problema, bello en su ejecución y teatral en su representación.

Veamos a continuación el problema de Von Jaenisch, en el que no existen tantas imprecisiones en la posición inicial y donde se llega al mate en una jugada menos:

Problema de Carl Von Jaenisch (1849)

Blancas juegan y dan mate en 10 (encerrando al rey negro entre sus peones)


La imaginación rebosa en la 'Jaula de Tamerlán', un problema magnífico que ha causado y causa una gran impresión a todo aquel que lo conoce. Por ello, se han realizado varias versiones similares, siempre con el mismo tema de fondo: encerrar al rey enemigo dentro de la jaula.

Enjaulando al enemigo

La colocación de las piezas en este problema nada tiene que ver con el de Kieseritzky, pero en todo momento subyace la idea del enjaulamiento del rey enemigo. El trabajo será laborioso, jugando en todo momento con la inmovilidad de las piezas negras que apenas pueden mover su rey. Los problemas basados en la 'Jaula de Tamerlán' suelen tener un componente de sorpre- sa, que en este caso es que con sólo dos piezas menores se controle la situación y se obligue a cerrar la jaula.

Problema de Tigran Gorgiev (1965). Blancas juegan y dan mate en 18.


Un enjaulamiento distinto


En este caso el rey negro está alejado del centro y parece difícil poder 'meterle' en la jaula. En la solución final veremos que la jaula es más pequeña de lo habitual, pero el estudio es realmente bello y digno de ser admirado por sus continuos golpes tácticos.

Estudio de Julio César Infantozzi (1985). Blancas juegan y ganan.



Pintura de Stanisław Chlebowski (1878). Escena de la captura de Bayaceto por Tamerlán