El ajedrez es un ejemplo de igualdad, ya que en muchas ocasiones permite participar a hombres y mujeres juntos, sin ningún tipo de distinción. Prácticamente es el único deporte que cumple este requisito, convirtiéndolo en un ejemplo para el resto. Ese es el camino a seguir para lograr una sociedad igualitaria, aunque queden muchos kilómetros por recorrer todavía. Principalmente se debe trabajar en la educación que se da a los más pequeños, ya que según su género se les educa con unos valores distintos, algo que se antoja realmente injusto.
En ajedrez tal vez se debería ir eliminando la doble clasificación (masculina y femenina) que hay en muchos campeonatos, sobre todo por edades. Ya es hora de que todos compitamos en la misma categoría: la de ser humano.
Para celebrar les dejo una hermosa partida de la reina del ajedrez .
Kosteniuk 1 - Paehtz 0, Mainz 2002
