lunes, 13 de febrero de 2012

Gambito Blackmar - Diemer

Tal vez nos encontramos ante el gambito en el que más riesgo se toma desde un principio, no en vano se entrega uno de los peones centrales y por tanto se desiste de dominar esa parte trascendental del tablero. Las compensaciones por dicho ofrecimiento son las habituales en los gambitos: muchos espacios para que las piezas puedan maniobrar y un tiempo de ventaja en el desarrollo.

Existen partidas jugadas con este gambito allá por el año 1844, aunque no fue hasta la segunda mitad del siglo XIX cuando Armand Edward Blackmar lo estudió de forma seria, plasmando todas sus ideas en el libro: Brentao's Chess. Blackmar no fue jugador profesional de ajedrez. Volcó sus esfuerzos laborales en el mundo de la música, donde era profesor y llegó a fundar una compañía junto a su hermano.

El otro nombre asociado a este gambito tiene una historia mucho más oscura. Emil Josef Diemer fue un jugador con un marcado estilo de ataque en el tablero... y fuera de él. Tristemente recordado por sus escritos antisemitas (algunas fuentes indican que estos no existieron, aunque más bien parecen un desesperado intento por limpiar su nombre) y por su pertenencia al partido nazi, nunca se puede olvidar que esta persona, al igual que otras muchas, aceptaron todos los crímenes y atrocidades perpetrados contra los judíos... sin duda, una de las mayores aberraciones de la historia de la humanidad, con historias que helarían la sangre a la persona de mayor temple.

El gambito Blackmar no ha sido utilizado por ningún jugador de la élite del ajedrez. Sin embargo, si ha sido muy usado en partidas por correspondencia, modalidad en la que muchos jugadores deciden experimentar y lanzarse a la aventura en sus partidas. Algún GM lo utilizó en alguna ocasión esporádica, como Velimiroic o Ferenc Berkes, pero jamás es jugado ante rivales fuertes ya que resulta demasiado arriesgado perder el centro de esa manera.

En las partidas jugadas con este gambito son muy habituales los ataques brutales contra el enroque, sobre todo contra el caballo de f6 o bien sobre el peón de h6 (si se ha colocado en esa casilla). Para las negras es peligroso lanzarse al ataque demasiado pronto, ya que siempre irán más cortas de desarrollo y la iniciativa pertenecerá al rival.

Veamos algunos ejemplos donde se plantea esta apertura, las distintas variantes del gambito Blackmar-Diemer

La linea principal es la siguiente


1.d4 d5 2.e4 dxe4

Diemer - Schickner, Lindau 1950




Las partidas jugadas con este gambito no tienen desperdicio, se genera tanta desigualdad que la lucha no suele tener tregua y muchas de ellas finalizan de 'forma violenta'. Las blancas buscarán atacar el enroque enemigo y deberán hacerlo sin aflojar la marcha, ya que las negras disponen de la posibilidad de lanzar un contraataque por el centro, lugar del tablero que dominarán debido a la entrega de peón que las blancas realizan en la segunda jugada.


Diemer - Illig, Correspondencia 1954